Esta es mi historia...
LOS PRIMEROS AÑOS
Mucha gente que no conoce mi historia quizás piense que soy un místico con una elevada conciencia espiritual, y no te voy a negar que intento recorrer este camino, pero mi historia previa está llena de tropiezos y errores.
Fui un niño muy feliz, aunque sobre el papel mi infancia no fue fácil. Padre ausente, madre muy joven y pocos recursos económicos.
La inestabilidad fue una constante: cambios de domicilio, de colegio, de ambientes, de amigos… Mi abuela y mis tíos nos apoyaron todo lo que pudieron, pero yo carecía de un referente de autoridad sólido.
Y ahí prendió la semilla del Endika rebelde y pandillero.
Es cierto que me especialicé en jugar al ajedrez, casi tanto como Beth Harmon en Gambito de Dama. También pasaba largas horas dibujando y lo hacía muy bien, pero aún se me daba mejor liarlas (muy) pardas.
Jugar a ser ninja con mis mascotas, provocar incendios en casa y hacer el gamberro por el barrio eran mis juegos favoritos.
Cuando nos dieron una vivienda de protección en uno de los suburbios más conflictivos de Barcelona, encontré el caldo de cultivo perfecto.
Empezaron las malas compañías… aunque quizás para los demás la mala influencia era yo.
Con 13 años convencí a mi mejor amigo de clase para entrar al colegio a escondidas de noche y hacer pintadas y destrozos. Y esto fue solo el inicio de la etapa más oscura de mi vida.
Al poco tiempo ya me codeaba con las drogas y me metía en peleas constantemente.
Como mi padre es de Guinea Bissau, a veces sufría bullying por mis rasgos afro y eso me llenaba de ira y rabia. Tenía grandes dificultades para expresar mis emociones negativas y eso me convertía en un volcán siempre a punto de explotar.
QUEMANDO BARCELONA
Pasaron años a la deriva y a los 18 descubrí que en Barcelona había demasiadas oportunidades de montárselo bien y me sumergí en el mundo de la fiesta. Más drogas, más alcohol y barra libre para el sexo.
Decidí que a partir de ese momento iba a vivir a lo grande y divertirme como si no hubiera un mañana.
Construí un personaje de cara a la galería que tenía muchas máscaras y aprendí a dominar el arte de la seducción. Así sentía que me aceptarían mejor, porque en el fondo me veía como un inadaptado en los ambientes que frecuentaba.
Trataba de encajar y eso me dolía en el alma, aunque todavía no comprendía del todo mi dolor.
Cuando pasaba el momento del disfrute y la fiesta, sentía un vacío interior enorme que no podía explicar.
Las decepciones no tardaron en llegar, las multas y los problemas con la justicia tampoco; los acreedores aún menos.
Faltó muy poco para terminar en la cárcel por altercados o conducir borracho… Perdí muchos amigos a lo largo del tiempo, algunos porque se alejaron de mí y otros debido a que murieron de forma prematura o acabaron muy mal.
A los 23 años, después de que mi pareja me dejase y mis mejores amigos me dieran la espalda, toqué fondo y sufrí una crisis existencial profunda y dolorosa.
Estaba confuso y angustiado, tenía claro que quería salir de esa situación, pero no sabía cómo.
Me encontraba perdido, o mejor dicho: me había perdido a mí mismo.
TERREMOTO INTERIOR
Aquel momento supuso un punto de inflexión.
Por primera vez en mi vida me di cuenta de que quien creía ser, lo que los demás percibían de mí y quien en realidad soy estaba totalmente desalineado.
Los místicos experimentados viven la disolución de su ego después de mucho sufrimiento y vacío interior. Y ahora me doy cuenta de que era justo el punto en el que me encontraba en ese momento.
En plena noche oscura del alma, vislumbré esa luz que sigue a la más absoluta oscuridad.
Había descubierto algo por lo que me merecía la pena seguir adelante. Quería revivir esa experiencia como fuera. Mi búsqueda interior tomó un nuevo rumbo.
Pero no pienses que el cambio fue lineal. NO.
Seguí actuando como un inconsciente y me compré un llamativo descapotable plateado para el que tuve que pedir un (importante) crédito.
¿ESPIRITUALIDAD SIN RELIGIÓN?
Un tiempo después, aquella vivencia íntima me llevaría a un despertar espiritual que defino como la toma de conciencia de mi capacidad para sentir gozo y paz interior, sin importar las circunstancias externas.
No encontraba referencias en la psicología ni en ninguna otra disciplina científica que explicara lo que me estaba pasando. Empecé a pensar que se trataba de una verdadera experiencia mística.
Tampoco tengo palabras para expresar las sensaciones que viví. ¿Cómo puedes hablar con un sordo de la música de Vivaldi o con un ciego de los colores del otoño?
Sientes una conexión inexplicable con la Divinidad, el universo… sueltas todo, te entregas y solo ERES, ESTÁS, OBSERVAS, SIENTES.
Hay quien lo llama éxtasis místico.
Supongo que me preparé con los largos paseos en soledad y tiempos de silencio de aquella época.
Solo sé que simplemente, sucedió.
Luego vino la percepción de energías que me recorrían de arriba a abajo, bloqueos que desaparecieron y estados de expansión de la conciencia.
Te sorprenderá saber que pasaba horas llorando de gozo, sintiendo que por fin se llenaba ese vacío que tanto me dolía.
En mi búsqueda de respuestas me interesé por las ciencias esotéricas que me aportaron conocimientos muy reveladores en aquel momento.
Adquirí el hábito de meditar a diario y comencé a poner en práctica las habilidades energéticas y de sanación que estaba aprendiendo.
Pero me resultaba muy doloroso no poder compartir mis vivencias con las personas de mi entorno, ¿quién me iba a entender?
EMPRENDO UN VIAJE Y ME ALEJO DE TODO
En 2014 decidí irme a otro país durante un tiempo para poner distancia con el estilo de vida y amistades que ya no me llenaban, hacer una intensa labor de purificación y enfrentarme a mí mismo. Así llegué a la isla de Malta y me quedé por 6 meses.
Allí el Endika que estaba renaciendo se expresaba y crecía en libertad. A mi vuelta tenía muy claro que mi propósito de vida era dedicarme a la sanación y que nunca encajaría en un empleo convencional.
Por primera vez todo tenía sentido y estaba conectando con mi propósito en esta existencia. Empezaba a amanecer en mi larga noche oscura.
- Hice un proceso profundo de purificación, trabajé todos los temas del pasado y las proyecciones de futuro que me causaban sufrimiento.
- Me enfrenté al reto de vivir en celibato para reeducar mi desbocada energía sexual.
Me entregué al trabajo de reprogramar mi mente. - Dejé morir el viejo yo y renací en un Endika más auténtico y luminoso.
- Abracé mis sueños más íntimos y los visualicé lleno de confianza y fe para hacerlos realidad en esta experiencia humana.
Todas las piezas empezaron a encajar. Después de formarme como sanador energético en varias escuelas de Barcelona, me ofrecieron un trabajo dentro del equipo. De esta forma comencé a ejercer ayudando a sanar también a otras personas.
En 2018 empecé de nuevo desde cero y fue entonces cuando cienciaConciencia vio la luz.
A través de todos estos retos, comencé a vislumbrar lo que significa la plenitud.
MIS SUEÑOS SE MATERIALIZAN
El camino de transformación personal y espiritual que he diseñado basado en mi experiencia y avalado por milenios de sabiduría iniciática se llama SEVital.
Se trata de un método probado que quiero ofrecer a todas aquellas personas decididas a sanar su vida y el mundo a su alrededor a través del conocimiento y activación de la energía y las capacidades de sanación que todos tenemos.
Puedes sanar todo el dolor y transformarlo en crecimiento espiritual si sabes como. Los sabios de la antigüedad lo llamaban alquimia y es una ciencia probada.
Por cierto, a estas alturas sé que te estarás preguntando qué fue del descapotable plateado. 😉
No me duró ni un año. Se averió y lo tuve que malvender a la vuelta de unas vacaciones muy desfasadas en Mojácar.
Me resuena mucho Rumi cuando dice: ‘’Naciste con alas, ¿por qué prefieres arrastrarte por la vida?’’
Contemplarme a mí mismo en el momento en el que estoy ahora, le da todo el sentido al camino de tinieblas y oscuridad recorrido.
SANANDO RELACIONES FAMILIARES
Cuando tantas personas me preguntan si es posible sanar las relaciones, les doy la respuesta relatando mi propia experiencia.
Fue muy liberador reconciliarme con mi padre ausente, comprendiendo que no había nada que perdonar, que todo tenía un por qué kármico y así está perfecto.
La relación con mi madre es ahora muy gratificante. Después de tantas dificultades como pasamos, se ha convertido en una de mis alumnas más entregadas y colaboradoras.
Y qué decir de la familia que he formado con Alba. Quizás recuerdes que te hablé de un largo proceso de purificación y celibato. Ella llegó a mi vida en el momento justo. Y nuestra hija Maya, nacida en septiembre de 2022, es el fruto de este amor auténtico y profundo.
Te aseguro que tú también puedes trascender tu yo ficticio y reconectar con el diamante en tu interior. Acompañarte en este camino es mi gran ilusión.
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