EL CUERPO ENERGÉTICO Y SUS 5 DIMENSIONES
Es fascinante conocer que habitamos un universo que sigue ahí gracias a los continuos intercambios de energía que se producen a lo largo y ancho del cosmos.
Fíjate por ejemplo en la fuerza de atracción. Es una poderosa energía que ha creado todo un mundo y preparó el terreno para la vida. Si dejara de fluir, ¡horror!, todos saldríamos disparados hacia… ¿el infinito y más allá?
Miremos por un momento la foto grande: Supernovas que explosionan, nebulosas solares que terminan formando planetas, agujeros negros, agujeros de gusano…
No es extraño que formando parte de un cosmos en el que la energía está en el origen de todo, nuestra propia esencia sea más de lo mismo.
Puede que en occidente resulte un concepto novedoso, pero en otras culturas se acepta desde tiempos ancestrales.
Y no solo me refiero a las filosofías orientales en India o China, también se han encontrado alusiones a ello en el antiguo Egipto, en las islas de la Polinesia o entre los pueblos de nativos americanos.
Sigue leyendo si quieres explorar las 5 dimensiones del cuerpo energético del ser humano y que capas o campos de energía lo componen, seas o no consciente de ello.Que es la energía sutil y como se manifiesta
Aunque la ciencia convencional aún no ha sido capaz de desarrollar herramientas para medirla, si tiene constancia de sus efectos.
Por ponerte sólo un ejemplo: la prestigiosa neurocientífica Nazareth Castellanos nos cuenta como diferentes estudios científicos han demostrado que los corazones de las personas se sincronizan mediante el intercambio de energía.
La sincronización más fuerte la experimenta una mamá o un papá con su hijo, pero ocurre lo mismo con personas que no conocemos: cuando estamos en el metro, el bus o el teatro, nuestros corazones se comunican.
La energía sutil es esa fuerza que emana y envuelve el universo y da vida a la materia física. Esto incluye nuestros propios cuerpos de carne y hueso, pero también a todos los seres vivientes, afectando incluso a la materia inanimada.
¿No has sentido una sensación especial al entrar, por ejemplo, en una catedral? ¿O en casa de alguien donde todo está desordenado? Hay lugares que emiten vibraciones que percibes de forma clara desde el minuto uno.
La energía sutil es energía vital que trasciende el tiempo y el espacio dando vida a todo lo que existe.
Tienes un molde energético: el cuerpo sutil
Como ya mencioné, esta energía sutil es bien conocida en diferentes culturas desde hace milenios.
Los chinos la llaman Qi, en India Prana, los japoneses Ki y en la polinesia Mana.
¿Qué relación tiene con nuestra salud y bienestar?
En torno a nuestro cuerpo físico y su vez penetrándolo, hay un campo bioenergético llamado cuerpo sutil o sistema áurico.
Los sanadores de diferentes ramas de la medicina lo han explorado durante siglos, concluyendo que si la energía no fluye de modo armónico por nuestro cuerpo, podemos sufrir diferentes enfermedades.
Y viceversa cuando hay equilibrio: experimentamos bienestar y salud.
Este sistema áurico o bioenergético tiene varias capas o dimensiones que vamos a llamar cuerpos.
En las distintas escuelas de medicina energética nos hablan de 5 cuerpos principales, que son los que vamos a explorar a continuación.
La dimensión del cuerpo físico
Es aquella con la que estamos más familiarizados por ser la más tangible a nuestros sentidos: su energía es la más densa y menos sutil.
Con todo, estamos en continuo aprendizaje acerca de cómo funcionan las conexiones cuerpo-mente-espíritu y su impacto en nuestra salud física y mental, por mencionar algo.
En definitiva, la ciencia va verificando con el tiempo lo que muchos intuyeron hace milenios: que las distintas dimensiones del ser humano están intrínsecamente unidas.
La capa del cuerpo etérico
Este aura es la primera capa que envuelve y penetra el cuerpo físico.
Está formada por los chakras, órganos de energía situados en torno a la columna vertebral y sistema nervioso, y los nadis como ejes que interconectan la red de chakras.
Podría decirse que cada uno de nosotros es un pequeño microcosmos que se rige por diferentes sistemas energéticos integrados entre sí.
Al igual que ocurre a gran escala con la fuerza de atracción en el universo, nuestros diferentes cuerpos se mantienen cohesionados gracias al flujo de energía vital o prana.
El cuerpo de energía emocional o astral
Seguro que eres consciente del impacto que tiene cualquier emoción que sientes en tu cuerpo. Los sentimientos son pura energía y cuando liberan una descarga sus efectos suelen ser bien visibles en el plano físico.
La tristeza puede traducirse en llanto, la angustia se expresa en diferentes síntomas psicosomáticos, la alegría se ve en la cara, incluso se percibe en el tono de voz.
Aprender a bailar con todas ellas es una habilidad que requiere tiempo y esfuerzo.
Hay quien piensa que controlar el mundo emocional es la meta, pero esa creencia puede generar problemas importantes. Retener y bloquear flujos de energía no ayuda.
Las emociones y sentimientos están ahí por algo, por eso una inteligencia emocional funcional nos dice que sentir es bueno, y que no deberíamos tener miedo a perder el control.
Lo mejor que podemos hacer es aprender a gestionar ese caudal de energías que conforman nuestro cuerpo emocional.
Y si en algún momento esas energías se estancan, se bloquean o se enferman, siempre podremos practicar la autosanación o acudir a terapia, ya sea convencional o de otro tipo.
Mantener nuestro cuerpo emocional equilibrado nos convertirá en personas más resilientes ante las situaciones difíciles y estresantes que la vida nos presentará tarde o temprano.
El cuerpo de energía mental
Que la energía sigue al pensamiento es un principio universal que ya se mencionaba en el Libro de los Proverbios del Antiguo Testamento y que ha llegado hasta nuestros días.
Me resulta muy significativo que el legendario Willie Nelson, a punto de cumplir 90 años, haya compuesto una canción sobre el tema que dice así:
‘’Imagina lo que quieres y luego quítate de enmedio
Recuerda que la energía sigue al pensamiento
Así que ten cuidado con lo que dices, ten cuidado con lo que pides
Asegúrate de que es lo que quieres
Porque la energía sigue al pensamiento’’
Meditando sobre estos versos casi tendríamos todo dicho, pero vamos a darle una vuelta.
El cuerpo mental es donde residen nuestras ideas, pensamientos, sistema de valores y creencias. Los prejuicios, estereotipos y expectativas se forman ahí también.
Según la ley de la atracción, la energía que proyectamos es idéntica a la que recibimos, así que queda claro lo importante que es cuidar lo que pensamos, los juicios que emitimos y las palabras que nos decimos internamente.«Cultivar el equilibrio de nuestro cuerpo mental es vital para no ser esclavos del parloteo mental, ese ruido que puede dejarnos atrapados en un bucle de negatividad o en un penoso estado de falta de claridad. ».
Desarrollar consciencia de nuestro cuerpo mental es fundamental para gozar de una mente sana.
La dimensión espiritual o cuerpo causal
Este es el último cuerpo del campo bioenergético del ser humano. Es tu dimensión más elevada, desde donde te conectas con tu intuición.
Como bien resumió C.S. Lewis, ‘’No tienes un alma. ERES UN ALMA. Tienes un cuerpo’’.
Este aspecto es algo que necesitamos trabajar, porque en caso contrario, el mundo material y la inmediatez del día a día harán que perdamos de vista una parte vital de nuestra esencia.
Y eso, al final, nos desconecta de nuestro verdadero ser, algo que pone en peligro nuestra identidad, generando una sensación de confusión y vacío.
Si no estamos sintonizados con la intuición, esa voz interior conectada a la inteligencia del universo, perderemos toda la confianza en nosotros mismos.
La meditación o incluir prácticas de energización como una filosofía de vida, son un camino seguro para evitar quedarnos en el plano más denso y llevar una existencia sin propósito ni sentido.
Hay otras dimensiones energéticas más allá de estas 5, pero quédate con lo más relevante y pregúntate con frecuencia:
¿Vivo como un alma que tiene un cuerpo? ¿O como un cuerpo que casi no recuerda que tiene un alma?