LAS 12 LEYES DEL KARMA PARA TU VIDA DIARIA
Si leíste nuestro artículo Karma: ¿qué es en realidad?
ya tendrás claros algunos conceptos básicos, pero por si acaso, te dejo un recuerdo por aquí.
Tanto en el hinduismo como en el budismo el karma en primer lugar significa, según la traducción literal del sánscrito, acción. Pero el concepto más complejo que terminan elaborando es el de destino, siempre contando con que somos dueños del mismo, no hay determinismo ni privación de libertad.
Es fácil comprender que cuando uno hace algo bueno o malo, es responsable del efecto que causa en los demás, de sus consecuencias.
Si sabemos que lo que condiciona el futuro es la acción del presente, estamos a tiempo de rectificar el rumbo y actuar a nuestro favor generando buen karma.
Bien, pues para transitar este camino, las escuelas de pensamiento orientales definieron 12 leyes que nos ayudarán a renacer siempre que haga falta y evitar así futuras consecuencias negativas. No me digas que no resulta liberador.
Los 10 mandamientos Vs las 12 leyes del Karma
En Occidente estamos muy familiarizados con la tradición judeo-cristiana, donde la divinidad, Yahvé, entregó las Tablas de la Ley con los 10 mandamientos al profeta Moisés en el monte Sinaí, tal como relata la Biblia.
Un planteamiento similar propone el Islam: el Corán es el libro sagrado revelado por Dios, Alá, al profeta Mohammed y dicta el camino a seguir para alcanzar la salvación.
En las escuelas de pensamiento hinduista y budista, en cambio, no hay una divinidad que inspire la guía de vida ni unas escrituras sagradas que la contengan. Las 12 leyes son una herramienta para comprender cómo funciona la energía en el universo.
Para entender esto hay que hablar de la creencia de la reencarnación entendida como una energía positiva o negativa que pasa de una existencia a otra dentro de un ciclo universal que nos mantiene interconectados con un todo.
Te recuerdo que según la filosofía kármica, con millones de practicantes en India y Nepal principalmente, no se reencarna nuestra personalidad sino una pequeña parte de la mente, la que contiene toda la carga energética.
Por eso es importante si queremos aportar buen karma al ciclo de la existencia, que los contenidos de esa conciencia mental, que funciona como una especie de disco duro, estén cargados de energía positiva.
De esta forma el karma rige el universo continuamente, en un bucle de energías que emitimos y que nos impactarán de una u otra forma.
Podemos cultivar esa carga positiva para nosotros mismos y los demás siguiendo las 12 leyes del karma.
No importa si profesas alguna religión, eres agnóstico o ateo, estos preceptos pueden ser una guía que te ayude a entender qué efectos tienen nuestros actos, pensamientos y emociones sobre nosotros mismos, los demás y el universo.
Si quieres cambios positivos en tu vida, sigue leyendo que aquí encontrarás tu brújula interior.
1. La Gran Ley
Más conocida como la ley de causa y efecto, es la que más te sonará.
Todo lo que haces, piensas o sientes es energía que vuelve a ti, es igual que sembrar y cosechar: bueno o malo, eso recogerás.
Otra cosa es que vayamos a encontrar la conexión que hay entre lo que nos está ocurriendo y su origen, eso es complicado o más bien imposible.
2. La Ley de la Creación
Todos tenemos la capacidad de crear buen karma, de generar buenas energías. Piensa en las personas que tienes a tu alrededor que te recuerdan esto.
Seguro que también hay referentes en tu vida que te inspiran porque han puesto sus talentos y habilidades a trabajar con generosidad al servicio de la humanidad.
El poder de hacer realidad tus ideales de vida para un futuro brillante reside en ti, no esperes a que las cosas ocurran por arte de magia.
3. La Ley de la Humildad
Si tomamos como referencia la definición de humildad como el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades que lleva a actuar en consecuencia, debería ser prioritario hacer un trabajo de introspección para conocernos mejor.
No es algo rápido de conseguir, pero solo aceptándonos como somos, con nuestros errores pasados y futuros podremos avanzar y renacer las veces que haga falta. Y esto nos debería llenar de esperanza.
4. La Ley del Crecimiento
La conciencia del ser humano, tanto a nivel individual como colectivo, está en constante expansión, igual que el propio universo.
Por ello en esta existencia uno de los trabajos más hermosos con el que podemos comprometernos es nuestro desarrollo personal. Y estamos en un momento de florecimiento que nos ofrece multitud de oportunidades para hacerlo: formaciones, lecturas o prácticas como la meditación o el yoga pueden ayudarnos.
Si quieres ser constante y conseguir tus metas, es vital hacerlo en compañía de otros. En la comunidad círculoConsciente nos reunimos cada semana para practicar y siempre serás bienvenido.
5. La Ley de la Responsabilidad
No es nada nuevo recordar que somos responsables de nuestros actos y sus consecuencias, pero vamos a ir un paso más allá.
Es importante que tomemos las riendas de cada aspecto de nuestra vida: de nuestra salud, de nuestra nutrición, nuestro crecimiento personal, de cómo permitimos a los demás que nos traten…
Hay personas que prefieren dejar esto en manos de los demás por comodidad, falta de autoestima o miedos irracionales. Pero esta actitud solo conduce a la frustración y la insatisfacción. Implicarse en cada área de nuestra vida nos empodera y genera la autoconfianza necesaria para seguir creciendo.
6. La Ley de la Conexión
El karma no solo es el destino que nos labramos a título individual. Como ya expliqué antes, la idea que nos transmiten desde diferentes tradiciones orientales es que cada acto, pensamiento y emoción nos conectan con la energía del universo.
Y eso incluye mi conciencia del pasado, del presente y del futuro, así como la de todos los demás seres que participan en el ciclo de la existencia. De ahí que cada una de nuestras acciones tenga una dimensión ética según la filosofía kármica.
7. La Ley del Enfoque
También se conoce como la Ley de la Fuerza y nos anima a poner toda nuestra energía en una sola cosa. Si nos dispersamos e intentamos acometer muchos proyectos a la vez, lo más probable es que terminemos bloqueados y fracasemos.
Pregúntate, ¿Hacia dónde dirijo ahora mi energía? ¿Tengo un orden de prioridades y lo respeto?
8. La Ley de Dar y Acoger
Esta ley nos baja a tierra y nos aleja de la tentación de quedarnos en un nivel solo intelectual para pasar a la acción.
Ser consecuentes con todo lo que ya hemos tratado antes, conlleva practicarlo y dar ejemplo. Meditar está muy bien, pero si solo pensamos en nosotros mismos, no aportamos buen karma.
Acoger a los demás en el día a día significa actuar con compasión, escuchar validando las emociones del otro o asumir la responsabilidad afectiva, entre otras cosas.
Ayudar a los que pasan por un mal momento, donar en la medida de nuestras posibilidades o compartir nuestros conocimientos con generosidad es la prueba de que cumplimos esta ley del karma.
9. La Ley del Aquí y Ahora
Como imaginas, esta ley nos habla de estar presentes, de la atención plena. Pero va un paso más allá: significa también soltar el pasado, practicar el perdón y liberarnos de cargas.
Al mismo tiempo nos habla de actuar sin proyectarnos en el futuro. Lo único que de verdad tenemos es el presente, el mejor momento es ahora.
Practicar esto nos ayuda a superar miedos y ansiedades y abrazar la incertidumbre como a nuestra mejor compañera.
10. La Ley del Cambio
El ser humano está diseñado para la comodidad y lo que nos gusta es permanecer en esa zona de confort donde no hace falta esforzarse ni pensar demasiado.
Pero quedarse estancado ahí no nos ayuda. Nos resistiremos siempre al cambio, así que es importante no solo aceptarlo, sino buscarlo activamente.
Detectar qué cambios necesitamos en cada etapa de la vida es nuestra responsabilidad. Pueden afectar a relaciones, trabajo, lugar donde residimos…
Demos la bienvenida al cambio y veámoslo como un aliado que nos ayuda a crecer y convertirnos en personas más fuertes y felices.
11. La Ley de la Paciencia y la Recompensa
Te recuerdo aquí que generar y acumular buen karma no funciona si solo pensamos en nosotros a título individual.
Cuando practicamos todas estas leyes no buscamos obtener un beneficio personal. Estamos aportando las mejores energías al universo, y eso significa que no deberíamos perseguir resultados a corto plazo.
Hacer el bien, aportar buen karma y no ponernos plazos es la clave. Persistir, ser constantes y entregarnos al cumplimiento de las leyes del karma sin esperar nada a cambio es la esencia.
12. La Ley de la Inspiración y el Significado
Llegamos al final con este hermoso precepto. Todos tenemos un propósito que cumplir en esta existencia, somos seres únicos y por muy pequeña que sea nuestra influencia, el universo cuenta con nosotros.
Por eso es tan importante descubrir y cultivar nuestros dones y talentos, y aportar lo que está en nuestras manos para dejar un legado que mejore lo que encontramos.
Aunque nos veamos pequeños, formamos parte de un todo mucho más grande, y nuestra aportación es indispensable para que se lleven a cabo cambios importantes dentro de los designios del ciclo de la existencia.
Estas leyes pueden convertirse en tu brújula interior. El karma afecta a nuestra vida diaria, seamos conscientes o no. Espero que elijas ser protagonista del cambio y crecer como persona para convertir este mundo en un lugar mejor.
Puedes unirte hoy a nuestro grupo de Telegram y empezar a crear tu buen karma.
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