Descubre el propósito de tu alma
¡La clave para cumplir tu propósito en la vida!
«El propósito de nuestras vidas es dar a luz lo mejor que hay en nosotros».
Marianne Williamson
La verdad es que los humanos hemos estado buscando un propósito y un significado desde el comienzo de la autoconsciencia. Esa búsqueda puede haber comenzado como una necesidad básica de sobrevivir, sin embargo, como seres conscientes en constante expansión, nuestra búsqueda ha evolucionado hacia algo mucho más trascendente. Ahora necesitamos razones para las decisiones que tomamos, los retos a los que nos enfrentamos, los trabajos que hacemos y por qué estamos aquí en este planeta en este momento.
Estoy seguro de que te sentirás identificado con al menos una de estas afirmaciones, de lo contrario, no estarías leyendo este artículo:
- La mayoría de nosotros, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido perdidos, solos, insatisfechos, atascados en la rutina o atrapados por las presiones del trabajo y la vida.
- Hemos sentido una profunda y a menudo inexplicable sensación de que hay algo más que el mundo físico (y comercial) en el que vivimos.
- La vida nos ha lanzado unas cuantas pelotas de golf: corazones rotos, mala salud, pérdidas, miedo, etc. Hemos tratado de evitar el dolor asociado no pensando en ello, sustituyendo los pensamientos indeseables por ensoñaciones o afirmaciones positivas, o sustituyendo nuestras emociones no deseadas por comida, bebida, compras, etc.
- Seguimos la versión de la sociedad sobre quiénes debemos ser y cómo debemos vivir.
- Atenuamos nuestra luz, o escondemos nuestro verdadero yo, para encajar y sentirnos aceptados.
El dolor y sentimiento de vacío que generan todas estas experiencias son la forma en que la vida nos da un empujón para que retomemos el rumbo hacia lo verdadero, captando nuestra atención y, en algunos casos, deteniéndonos abruptamente en nuestro camino. Son señales de que estamos enfocando nuestra atención, o energía, hacia afuera en lugar de hacia adentro.
Como seres humanos, somos un poco complicados. Diría que a grandes rasgos tenemos tres propósitos esenciales que se entrelazan entre sí:
El propósito biológico es sobrevivir, comer, reproducirse, expandirse, etc… Cubrir nuestras necesidades personales que conciernen a nuestro cuerpo, emociones y pensamientos.
El propósito vocacional que da significado a nuestras acciones y trasciende la esfera personal, empezando a proyectarse hacia la colectividad. Es más profundo y trascendente que el anterior. Puede ser cualquier cosa, pero está compenetrado con la elevación del grupo del cual formamos parte y del planeta. Ahí es donde empezamos a encontrar la oportunidad de regalar al mundo nuestros dones: desde lo más simple y hermoso hasta lo más grandilocuente. Si el propósito está alineado con nuestros dones siempre nutren a la totalidad.
El propósito de aprender a vivir el momento presente. Mientras que con el anterior propósito, existe aún una tendencia a proyectarse a futuro, este es aún más esencial. Aprender a vivir el momento presente. Limpiar todos los residuos emocionales que nos impiden vivir el presente de manera creadora. Controlar nuestra personalidad para que responda a los impulsos superiores. Está necesariamente ligado con el perfeccionamiento de nuestro Ser y el desarrollo del espíritu que somos, manifestándose en un cuerpo físico.
Tómate un momento para cerrar los ojos y reflexionar profundamente sobre cómo te relacionas con estos tres propósitos en tu vida. En la síntesis de estos tres radica el sentido más elevado de la vida.
¿Cómo definiríamos el propósito del alma?
El propósito del alma es la misión que te has dado como alma para esta vida en la tierra. Aquí, la definición de alma es energía. El propósito del alma también se asocia a menudo con la misión del alma, la vocación, la misión en la vida o el propósito.
El propósito del alma es la única luz y llama interior que permanece infinitamente encendida y que eliges llevar al mundo. El propósito del alma no se limita a una profesión, dinero o relaciones, sino que es una forma de energía altamente individual e infinita. Traducir esta luz interior desde el nivel del alma a nuestro nivel mental es un gran reto para muchas personas, ya que muchos aspectos de nuestro propósito del alma no son traducibles al lenguaje humano. Esto se debe a que la energía está en el reino inmaterial, no en el material.
¿Cuál es el propósito de nuestra alma?
Cuando pasamos demasiado tiempo prestando atención solo con nuestra mente y cuerpo; cuando solo trabajamos para satisfacer las infinitas necesidades de placer y comodidad, a menudo nos olvidamos de nutrir nuestra alma y espíritu. Como seres multidimensionales (cuerpo, mente, alma y espíritu) debemos prestar la debida atención a esas necesidades más sutiles. Podemos ser muy ricos materialmente, pero muy pobres espiritualmente. Ten cuidado, porque la sociedad en la que vivimos, claramente tiende a negar esas necesidades espirituales, que son las únicas que pueden traer verdadera paz, amor y plenitud.
Este es el propósito de nuestra alma, es la razón por la que estamos aquí. Es la misión que nos dimos como alma para esta vida en la tierra. Estamos aquí para recordar quiénes somos y compartirlo con el mundo. La razón por la que no podemos encontrar el propósito de nuestra alma es que no pasamos, ni dedicamos suficiente tiempo a nutrir el alma. ¿Cuántos individuos viven esclavos de su mente egótica, sin ni siquiera saberlo? La voracidad y ambición del ego que no reconoce la existencia del Yo Superior es inabarcable.
Algunas personas conocen el propósito de su alma desde el principio de su vida, mientras que otras se dan cuenta más tarde: debido a las vicisitudes y experiencias de la vida, después de un acontecimiento traumático, una enfermedad o de una crisis personal. Estos eventos son oportunidades muy especiales para resquebrajar los muros internos construidos que nos separan del alma.
Lo que sé es que hay pistas dispersas a lo largo de todas nuestras experiencias vitales, y no es hasta que centramos nuestra atención hacia el interior de nuestro ser, que las pistas se manifiestan más claramente y la revelación sucede.
Repasemos el punto más esencial una vez más: El propósito de nuestra alma es, en primer lugar, recordar la verdad de lo que somos, y luego compartirla con el mundo de diversas maneras. Inicialmente es un sentimiento, una intuición más que algo tangible o una idea muy concreta. Se relaciona más con el sentimiento y la razón por la que hacemos algo, que con lo que hacemos. Tiene más que ver con el cómo y el desde dónde que con el qué. ¿Se entiende? A veces puede ser tan sencillo como una verdadera y espontánea sonrisa a un transeúnte con el que te cruzas en la calle; o tan grandioso como dedicar tu vida a una causa e ideal superior e inspirador para todo el mundo. Sea como sea que expresemos el propósito de nuestra alma, es siempre un intercambio energético de alta frecuencia en el que la energía crece y se eleva, expandiendo todas las partes implicadas.
¿Cómo comenzar a descubrir el propósito del alma?
Para contestar esta pregunta necesitas darte un espacio de reflexión profunda. Si te encuentras en una encrucijada de tu vida, quizás sea el momento de darte el espacio que te permita conectar contigo mismo/a. Aquí hay algunas cuestiones que podrías plantearte:
- ¿En qué soy bueno? ¿Qué se me da bien?
- ¿Qué parte de mi día es más alegre?
- ¿Qué es lo que ya no me sirve en mi vida, mental, emocional, física y espiritualmente?
- ¿Cuál creo que es mi vocación?
- ¿Cuáles son mis dones?
- ¿Cuáles son mis talentos?
- ¿Qué quiero hacer con ellos?
- ¿Si pudiera, que elegiría eliminar de mi vida en adelante?
- ¿Hay algún acontecimiento sincronizado que pueda ser una pista sobre el propósito de mi alma?
- ¿He tenido algún accidente o incidente que me haya servido de llamada de atención?
- ¿Quiénes son mis modelos, iconos y referentes?
- ¿Qué suelo enseñar a los demás?
- ¿Cuáles son mis sueños y deseos?
- ¿Cómo ayudo a los demás a transformarse?
- Si me quedara un año de vida, ¿qué haría?
etc…
Conectar con el propósito de tu alma es todo un viaje de autodescubrimiento. Es imprescindible ser consciente de uno mismo y estar alerta a todas las posibilidades. Se trata de hacer preguntas que te lleven a casa, al lugar en el que estás destinado a estar. Tu lugar dentro tuyo y en el mundo. Algunas personas saben desde el principio cuál es el propósito de su alma, pero a otras les lleva tiempo y experimentación. Date ese espacio creativo de experimentación.
6 sugerencias para identificar y reconectar con el propósito de tu alma
Vivimos en un mundo que no nos enseña a comprender nuestro mundo interior; nuestros sentimientos, las percepciones intuitivas, la conexión con un Universo inteligente o cómo escuchar los susurros de nuestra alma. Para ayudarte, aquí tienes algunas sugerencias que te ayudarán a recordar el propósito de tu alma:
Reconoce y acepta los mensajes que el Universo y la Vida te envían.
Acepta los síntomas de tu vida que son mensajes del alma y, en lugar de culpar a alguien o a algo por los retos a los que te enfrentas, acepta que estas experiencias te están ocurriendo a ti, por ti y para ti. Esto puede ser un cambio de mentalidad difícil, sin embargo, te dará el poder en lugar de ceder tu poder.
Si sientes que tu vida está fuera de control, en lugar de aferrarte a ella, suéltala.
La confianza es una de las formas más poderosas de acceder a los dones de tu alma. Sin embargo, aceptar que nuestra alma, en lugar de nuestro ego, es la que mejor sabe, es un billete de ida hacia la activación del propósito del alma.
Practicar la autoconciencia.
Aprende por qué te sientes y te comportas como lo haces. Tómate el tiempo de explorar los recuerdos dolorosos, perdónate a ti mismo y a los demás y libera la energía con amor. Una mayor conciencia de sí mismo invita a las energías de la posibilidad y el potencial.
Piensa en cuál es tu vocación y cómo puedes cumplirla.
Todos tenemos talentos y dones, muchas veces puedes ser talentoso para tocar el piano, pero tu vocación no es dar conciertos para miles de personas, tu vocación puede ser ayudar a las almas menos afortunadas y tu don puede ser la bondad, tienes que pensar cómo puedes cumplir tu vocación utilizando los recursos que tienes dentro de ti. Piensa más allá del dinero y déjate sentir qué harías en la vida si el dinero no fuese un problema.
Empieza a hablar, espera y escucha las respuestas.
Empieza a hablar contigo mismo, pide guía y ayuda al cielo, conéctate cada día con la fuente, con los ángeles, con Dios, con lo que sea que te resuene y te ayude a expandir tu conciencia más allá de tu personalidad y circunstancias. Tómate el tiempo y despeja el espacio para escuchar. Ten paciencia si la respuesta no llega inmediatamente y mantente expectante a las infinitas formas en que las respuestas pueden llegar.
Utiliza la energía universal para reconectar con tu propia energía y para enraizarte.
Coloca tu mano derecha (es la mano que recibe) sobre tu corazón, respira profundamente y con lentitud y envía tu conciencia al pecho. Siente en él. ¿Hay calor o presión? ¿Dónde se irradia también? Explora las sensaciones que te surgen física y emocionalmente.
Hay infinitas formas de expresar el propósito de tu alma, así que empieza a preguntarte por qué haces lo que haces, en lugar de lo que deberías hacer. Cambia la forma de preguntarte por el propósito de tu alma o tu llamada del alma y sustituye el "qué" por el "por qué" y el "cómo". En lugar de preguntar "¿cuál es el propósito de mi alma?", pregunta "¿cómo puedo servir a la humanidad?".
Tal vez sea un poco complicado, y recorrer este camino solo y sin mentores, a veces se puede volver un poco desgastante y desalentador, recuerda que siempre puedes recurrir a cursos como el que tenemos de Sanación Energética Vital®, aquí no solo encontrarás un mentor que te guíe en tu camino de descubrimiento sino una comunidad con la que podrás compartir.
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«El propósito de nuestra alma es tan único y especial como nosotros. Nadie más comparte el propósito de nuestra alma, y todos nos beneficiamos enormemente del propósito de los demás. Cuando abrazamos la verdad de lo que somos, nuestro propósito del alma eleva a la humanidad, nos expande a nosotros mismos y a la conciencia colectiva.».