Hola ,
¿Cómo ha ido tu semana?
Viene bien pararse a repasar sin acritud, sin juzgar, tan solo observar.
Respirar.
Tomar conciencia de nuestra huella en el mundo, de nuestra vida y nuestro transitar.
De la dirección en que nos encaminamos y hacia donde nos lleva.
Es fácil confundir nuestros deseos con nuestros propósitos. Una sociedad basada en el consumismo y en el placer inmediato tampoco pone las cosas fáciles. Sobre todo al principio, hay que hacer un gran esfuerzo para comenzar a diferenciar qué es lo que queremos realmente, qué hemos venido a hacer y qué se nos antoja.
Nos manipulan, nos crean necesidades constantemente.
Algunas ni siquiera se nos hubieran ocurrido de no estar sometidos a tal avalancha de información.
El tercer chakra o plexo solar
Es común encontrarnos con personas cuyo camino dirige el plexo solar.
Son personas a las que les cuesta discernir sus pensamientos, de sus emociones y los hechos. Puede parecerles que son una misma cosa, nada más alejado de la realidad.
Se dejan llevar por sus instintos.
¿Existe otra manera? Existen muchas.
Todos transitamos un camino y a lo largo de nuestras vidas atravesaremos diferentes fases o etapas. Para poder desarrollarnos como personas con personalidades integradas y completas debemos prestar atención a cada aspecto de nuestra personalidad y de nuestras vidas para poder aprender todo sobre él y sobre el papel que juega en nuestra existencia.
Me gusta compararlo con las ecuaciones.
Para poder resolver una ecuación antes hemos tenido que aprender a sumar, restar, dividir, multiplicar, cómo funcionan las fracciones, las raíces cuadradas y todo tipo de cosas que pueden conformar o participar en una ecuación.
Nuestro camino es parecido a las matemáticas.
Al principio aprendemos de manera aislada cada concepto porque nos resultaría muy complicado relacionarlo con otra idea. Conforme vamos integrando cada nueva idea podemos pasar a la siguiente e incluso relacionarlas.
Mientras lo hacemos, muchas veces aparecen creencias limitantes o pensamientos negativos acerca de nosotros mismos y nuestras competencias.
Es frecuente encontrar a personas que se reprochan no saber “multiplicar” cuando están aprendiendo a “sumar”.
Esta actitud te pondrá difíciles las cosas.
¿Estás aprendiendo a “sumar”? Bien, sé gentil, como lo serías con un niño que aprende por primera vez algo. Da igual si crees que eres demasiado mayor para ello o que no serás capaz.
Céntrate en lo que haces, en lugar de lo que está por venir.
Si lo haces, verás que el tiempo se dilata cuando uno se entrega a la acción.
Meditar está bien, no obstante no es la única manera de tomar conciencia, de echar el freno y permanecer presente.
A cada persona le funciona algo diferente. Hay quienes logran tomar conciencia de sí mismos a través del yoga, hay quienes lo hacen caminando, meditando, nadando o pintando.
Existen diferentes estudios que afirman que la vida contemplativa es una fuente de salud y de felicidad.
Cada uno encontrará su manera de ejercitarla. Y no es necesario vivir en el campo, tener un huerto, ni gozar de una gran cantidad de tiempo libre.
Todo empieza con un pequeño gesto.Cada uno recorre su camino en soledad y sin embargo lo hace acompañado de aquellos que alimentan las mismas energías. Formamos parte de un todo, como los estorninos cuando dibujan esas hermosas siluetas en el cielo, cada uno tiene su papel y debe ejecutarlo en soledad y al hacerlo forma parte del majestuoso espectáculo que alcanzan como grupo.
Me despido por hoy pero no sin antes compartir esta frase contigo:
La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado al regalo.
Albert Einstein.
